Desde que Hipócrates, el padre de la medicina, dijera la famosa frase “Que tu medicina sea tu alimento, y el alimento tu medicina”, han pasado muchos años y etapas en la historia de la humanidad.
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Foto by gabrielmbulla |
La alimentación y su vinculación con la salud
Hubo muchos periodos en que
estas palabras apenas se tuvieron en cuenta, otros un poco más, y llegamos a la
actualidad en que mientras un sector se atiborra de la llamada “comida basura”,
bebidas azucaradas de cola u otro tipo de refrescos, alimentos refinados,
hamburguesas, patatas fritas comerciales y snacks, entre ellas. Otros, en
cambio, optan por una alimentación sana, en la que buscan mantener la salud y
prevenir las enfermedades.
Pero. ¿Es cierto que con una
alimentación sana preservamos la salud? ¿En realidad la alimentación puede ser
nuestra medicina?
Estas y muchas otras preguntas se
hacen cada día diferentes personas. Estar en posesión
de la verdad absoluta, muchas veces, es difícil de saber y comprobar, pero hay que seguir una lógica según los conocimientos sobre lo que incumbe.
El alimento como medicina ¿Error o acierto?
No voy a describir paso por paso
lo que ocurre cuando ingerimos el alimento, porque sería muy largo y, quizás
para mucha gente, aburrido. Pero todos debemos saber que la digestión lleva un
proceso que comienza en la boca con la masticación, y que en su transcurso se
absorben todos los nutrientes, vitaminas, minerales y resto de componentes de
los alimentos para que la “máquina humana” siga funcionando.
Para que eso suceda, los alimentos
sufren transformaciones, la primera y básica es la que ocurre para convertirse
en moléculas. De esa forma pueden ser absorbidos por el corriente sanguíneo,
donde se van repartiendo por la red de pequeños capilares hasta llegar a cada
tejido y, por ende, a las células que componen esos tejidos.
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Sistema digestivo
(Foto © Mariana Ruiz) |
El objetivo final de
todo el proceso es que las células tengan la materia prima para alimentarse y
reconstruir sus partes dañadas. Cualquier obstrucción por no alimentarnos de
forma correcta privará de energía o materiales básicos a las células. Si esto
ocurre, mueren o no se reproducen de la manera correcta, con lo que se
deterioran los tejidos a los que pertenecen y pueden provocar alguna
enfermedad.
Por tanto, es obvio deducir, que
dependerá de esos alimentos nuestra salud, estado de ánimo, buen aspecto, etc.
Entonces, si lo que introducimos
está repleto de ingredientes negativos para el buen funcionamiento del
organismo ¿Es tan raro, entonces, que pueda perjudicarnos?
Si, por el contrario, ingerimos
alimentos sanos y naturales, llenos de ingredientes positivos para mantener
nuestra máquina en perfectas condiciones. ¿No será, entonces, más factible
gozar de buena salud y prevenir mejor las futuras o probables enfermedades?
Mucha gente puede pensar, “pero
si la mayoría de estos alimentos que dicen son negativos los vemos a diario en
anuncios de la televisión, en la vida que interpretan nuestros actores favoritos
en el cine, en reportajes, en las estanterías de los supermercados, incluso
muchos venden cifras astronómicas en todo el mundo. No pueden ser tan malos
como algunos dicen. ¿Cómo puede ser malo algo así de publicitado, conocido y
consumido? ¿Cómo iban a permitir que esos productos negativos estuvieran a la
venta? “
Estoy convencida de que la mayoría
de personas no son conscientes de algunos “venenos” que toman, ya que incluso
lo dan a sus hijos de corta edad. Otras, lo intuyen, pero no quieren pensarlo,
simplemente les gusta y lo toman. Otro sector lo consumen por imitación, ya
que, como he dicho antes, lo ven por todas partes. A lo mejor no es su alimento
favorito, pero eso es lo que hay que tomar, ¡lo hace todo el mundo!
Me estoy refiriendo, sobre todo,
a las bebidas de cola, refrescos y algunos tipos de snacks comerciales.
Ante todo eso, yo me pregunto
¿Por qué nos dejamos manipular de esa manera? ¿Por qué nos creemos más un
anuncio de televisión que a un médico naturista (entre otros) que nos aconseja
comer sano y nos advierte del peligro de consumir ese tipo de alimentación?
Por supuesto, es aceptable y
respetable que una persona no le importe lo más mínimo cuidarse y prefiera
vivir a su antojo, sin pensar en las consecuencias. Lo vemos a diario con
los fumadores, es su opción. Pero, la diferencia fundamental, es que los consumidores
de tabaco, al igual que otro tipo de drogas, saben que es muy negativo para su
salud. Si continúan haciéndolo es porque quieren o están demasiado enganchados
para poderlo suprimir, pero sí lo saben, por lo menos la mayoría.
Ahora bien, en el tema de la
alimentación es algo diferente, ya que poca gente piensa que tomando la bebida
X pueda estar perjudicando su salud, y en realidad sí lo está haciendo. Claro
está que nadie se muere por comer mal de vez en cuando. Me refiero a las
personas que es su forma habitual de alimentarse.
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Comida chatarra o basura, enemiga de la salud
(Foto © Bobak Ha'Eri) |
¿Comer bien es sinónimo de vivir más años?
Por tanto, cuidando la
alimentación podemos evitar muchas enfermedades y, en el caso de sufrirlas,
tendremos más posibilidades de combatirlas. Ahora bien, no creo que nadie se
atreva a afirmar que con ello se pueda asegurar al cien por cien una vida larga
y feliz. Eso creo que es obvio. Entre otras cosas, porque existen más factores
que pueden influir en que una enfermedad se desencadene.
Existe el factor emocional,
ambiental, estilo de vida y, sobre todo, el genético. Desde mi punto de vista,
este último el esencial. Porque podemos
comer de manera muy sana, hacer
ejercicio, salir al aire libre y el sol, sonreír, ser amable, amar y todo el resto
de principios para
ser feliz y no enfermar. Pero, si en nuestra genética existe
alguna alteración heredada, hay muchas probabilidades que la suframos a pesar
de todo lo anterior.
Ahora bien, aun así, en la
mayoría de los casos, se desencadena de forma más rápida si no cuidamos la
alimentación y, además, siempre la podremos enfrentar mucho mejor.
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Verduras, alimento para gozar de buena salud
(Foto © Tamorlan) |
Algunos ejemplos científicos sobre alimentación y salud
En atención a las personas más
incrédulas sobre la
vinculación de la alimentación con las enfermedades, voy a
citar algunos datos de instituciones o asociaciones oficiales.
- En la segunda conferencia de la
Semana de la Ciencia 2010, organizada por la
Fundación Científica aecc, el
doctor Giuseppe Russolillo recomendaba para prevenir el cáncer lo siguiente:
realizar actividad física regular, no fumar, amamantar a los hijos, evitar el
alcohol y
mantener una alimentación rica
en frutas, hortalizas y productos integrales.
- En una guía sobre alimentación
y salud publicada por la uned, se cita lo siguiente:
“Ya en 1984, el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos
estableció que un 35 por ciento de los tumores
tenían su origen o estaban relacionados con factores alimentarios...”
“El primer informe global sobre dieta y cáncer, publicado en septiembre
de 1997 por el Fondo Internacional para la Investigación del Cáncer, junto con
el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer, no deja lugar a dudas sobre la íntima relación existente entre cáncer y
dieta.
Alimentos, Nutrición y Prevención del Cáncer: Una Perspectiva Global es
un informe de 650 páginas elaborado por un equipo internacional de 15
científicos de nueve países, apoyados por más de 100 críticos, que evaluaron
más de 4.000 estudios sobre la dieta y el cáncer. El informe estima que un cambio en la dieta puede reducir la
incidencia global de cáncer entre un 30 y un 40 por ciento, lo que equivale
a entre tres y cuatro millones de casos anuales en todo el mundo. Junto con el
abandono del tabaco implica que entre el 60 y el 70 por ciento de los cánceres son evitables. Los estudios realizados sobre
vegetarianos muestran que tienen una menor
incidencia de cáncer en general y de varios tipos específicos, tras tomar
en consideración los efectos de otros factores del estilo de vida tales como el
fumar y la cantidad de ejercicio. Estos beneficios se deben no sólo a la exclusión de la carne, sino también
a la inclusión de una mayor cantidad y variedad de alimentos vegetales que contienen una amplia gama de sustancias que
previenen el cáncer…”
Podría seguir citando muchos más
textos oficiales sobre esta vinculación, pero a modo de ejemplo creo que puede
ser suficiente.
A pesar que en los párrafos
anteriores solo se menciona el cáncer, la relación de la alimentación es, por
supuesto, en mayor o menor medida, a todo tipo de enfermedades, incluidas las
mentales y psíquicas.
Conclusión
Podemos seguir negando lo
evidente, pensar que es indiferente de qué nos alimentemos para tener una buena
salud y continuar consumiendo comida basura, grasas animales, carne roja,
azúcares refinados y resto de alimentos no recomendables, pero creo que es
obvia la estrecha relación de una alimentación sana y gozar de una buena salud.