El declararse vegetariano
conlleva renunciar a todo tipo de carne animal, o incluso, en el caso de los
veganos también a alimentos procedentes de ellos, como los huevos, la leche y
la miel. Incluso hay un sector más estricto todavía, los crudívoros, que solo
comen frutas y verduras crudas, ya que opinan que al cocinar los alimentos
pierden sus propiedades y beneficios.
Verduras (Paul Lowry)
Si realmente es conveniente para
la salud alimentarse de esta forma es complicado de averiguar, ya que mientras
para unos es lo más sano y conveniente para el ser humano, para otros, con este
tipo de dietas no consumimos todos los nutrientes necesarios para el buen
funcionamiento del organismo.
¿Quién tiene la razón? ¿Qué dieta
seguir, si queremos disfrutar de una buena salud? Contestar a estas preguntas
no resulta fácil, no obstante además de la conveniencia o no de seguir una
dieta vegetariana para la salud, hay también otras peculiaridades añadidas,
como es la conciencia. Sí, la conciencia, han leído bien, y aunque haya gente
que no lo crea, existen personas el que alimentarse con cadáveres de animales
va en contra de sus principios.
A la mayoría de nosotros nos han
alimentado con carne animal desde niños, hemos crecido con ello, y por tanto, a
priori, nos parece normal ver en las carnicerías, charcuterías y demás locales de
alimentación, cabezas de cerdo, pollos y conejos enteros, sesos, hígados, rabos
de toro, costillas de cordero y un etcétera de trozos y despojos de animales
para la venta y su posterior consumo.
Pero, ahora detengámonos,
pensemos un poco despacio y retrocedamos en el tiempo. ¿Qué hubiera ocurrido si
nunca nos hubieran alimentado con carne animal?, ¿si los animales solo los
hubiéramos visto como unos seres vivos que comparten con nosotros el planeta y
a los que solo habría que matar en caso de absoluta necesidad y, desde luego,
nunca para digerirlos, ni para divertirse?
Pues sencillamente ocurriría que
comer carne animal nos produciría asco, el mismo que nos produce pensar comernos
nuestra mascota, sea perro, gato o pájaro.
Cabeza de cerdo y más carne animal en el mercado (Visentico - Sento)
Pero, independientemente de esto,
¿es bueno o malo para nuestra salud mantener este tipo de dieta? Supongo que a
esto debería responder un profesional de la medicina. No obstante, conozco
opiniones muy distintas de médicos tradicionales, e incluso dentro de la propia
medicina naturista.
Por tanto, pienso que cada cual
debe tomar su decisión, dependiendo de la circunstancia personal y después de
asesorarse, si lo estima conveniente. Mi opinión personal es que ser
vegetariano, en su vertiente menos drástica, o sea el ovo-lacto-vegetariano,
que come todo tipo de frutas y verduras, tanto crudas como cocinadas, además de
algunos alimentos derivados de animales, como los huevos, lácteos o miel, es la
más cercana a la perfección para alimentarse correctamente, respetando a los
animales y cuidando nuestra salud. No obstante, siempre con algunos matices.
Según algunos profesionales de nutrición,
en principio la carencia más significativa que tienen los vegetarianos es la
vitamina B, que se puede tomar con suplementos sin ningún problema, o
incrementando dentro de la dieta vegetariana, aquellos alimentos veganos que
contienen esta vitamina. Entre ellos están los cereales como el arroz integral,
el trigo y sobre todo la avena; legumbres como la soja, guisantes o lentejas;
frutos secos como las nueces; levadura de cerveza; germen de trigo; semillas de
sésamo, y verduras como el perejil, la zanahoria o el tomate.
Como contrapartida, el seguir
este tipo de dieta purifica el organismo, ya que no produce putrefacciones en
el intestino y deja descansar a las vísceras, debido a que no las somete al
trabajo de neutralización tóxica necesario cuando se ingiere carne animal.
Verduras a la plancha (BocaDorada)
Por todo ello, pienso que la
dieta vegetariana es independiente de la moda, del esnobismo o de cualquier
circunstancia frívola. Sí, es cierto que habrá personas que se hagan
vegetarianas por alguna de las cuestiones citadas, pero esto no significa que
su verdadera naturaleza sea una de ellas, sino todo lo contrario, es una forma
de alimentarse en que se preserva la salud, el medio ambiente y los animales.
Motivos suficientes para tenerla en cuenta y respetarla como se merece.
Artículo de mi autoría publicado en la revista La Tribuna de Opinión en el ejemplar del mes de diciembre.
http://es.scribd.com/doc/74428039/La-Tribuna-de-Opinion-Diciembre-2011-La-revista-en-la-que-tu-puedes-opinar